sábado, 24 de noviembre de 2018

"Sueño de Maiakovski", Juan Bonilla.

Juan Bonilla Gago es un escritor español galardonado con el Premio Biblioteca Breve en 2003 y del I Premio Bienal de Novelas Vargas Llosa en 2014. Este último premio, lo ganó por Prohibido entrar sin pantalones (2013), cuyo protagonista es el poeta futurista ruso Vladimir Maiakovski.

El poema "Sueño de Maiakovski"  cuenta con una métrica irregular y se compone de dos partes bien diferenciadas que se corresponden respectivamente con el tiempo pasado y el tiempo presente, distinguiendo entre aquello que el poeta soñaba y lo que finalmente sucedió.
En la primera parte se presenta cómo era el joven Maiakovski, un vitalista que frecuentaba los cafés de madrugada y que promulgaba su idea de que la poesía debía anunciar "verdades como puños, puñetazos de verdad". Dejando entrever la concepción que el ruso tenía de la poesía. El ideal de Maiakovski era llevar esa poesía a las calles. Pensaba que esta debía servir de utilidad a los transeúntes. Esto puede apreciarse en diversos puntos del poema:
"Maiakovski soñaba con el día / en que la poesía se imprimiese en las paredes de la gran ciudad".
"La poesía es útil, soñaba Maiakovski".
Además, el autor creía que la poesía debía decir la verdad, despertando a la gente de su letargo o protegiéndola, según fueran sus necesidades.

En la segunda parte de este poema, cuyo principio se encuentra en ese "y ahora" vemos "todo lo que nos queda de aquel sueño". Bonilla deja entrever con cierta ironía que la poesía finalmente a cubierto las calles de las ciudades pero en forma de publicidad. Los eslóganes publicitarios de la cultura de consumo capitalista se asemejan a la poesía ya que comparten muchas características y, por ello precisamente cumplen tan bien su función. Penetran en nuestra memoria sin que nos percatemos de ello y nos inducen a comprar "cosas que el dinero no puede comprar". Esta alusión al capitalismo no es mera coincidencia, puesto que dicho sueño de poesía útil ha de enmarcarse en la época de la Revolución Rusa, con la que el joven estaba muy comprometido. También se relata el suicidio de Maiakovski ante el fracaso de la Revolución y sus propias tragedias sentimentales.
Esta segunda parte tiene una función más apelativa y coloquial que la primera, llegando a dirigirse directamente al lector " y míralo, esto es lo que nos queda de aquel sueño".
El poema se cierra con referencias irónicas a ciertos eslóganes publicitarios de marcas conocidas como puede ser Coca-Cola.

Maiakovski soñaba con el día
en que la poesía se imprimiese en las paredes de la gran ciudad.

Grandes letras borrachas enunciando

verdades como puños, puñetazos de verdad.
Y frases lapidarias exaltando a transeúntes dormidos
o poniendo coraza a los mendigos.
Eslóganes mágicos que susurrasen
a los enamorados lo que sentían aunque no supieran decirlo,
y ofrecieran aliento a los enfermos.
Versos potentes como golpes de luz solar
en el cerebro nocturno de los ciegos.
Versos que fueran
el boca a boca que salva a una bañista
rescatada por un desconocido
de las aguas del tedio y le enseña,
después de salvarla,
lo que vale vivir.
La poesía es útil, soñaba Maiakovski.
Es útil como un golpe de kárate que para en seco a un agresor.
En los cafés, de madrugada,
gritaba, se encendía,
y daba bofetadas por doquier:
La poesía es útil si diciendo verdades como puños
da puñetazos de verdad.
Esto decía a carcajadas el poeta Maiakovski.
Y luego se apuntó en la sien,
y por un agujero del bolsillo
se derramó el minuto que le quedaba.
La poesía es útil, soñaba Maiakovski.
Soñaba con el día
en que la poesía se imprimiese
en las paredes de la gran ciudad.
Grandes letras borrachas enunciando verdades como puños.
Y, ahora, paseamos por las calles del centro,
y míralo,
esto es lo que nos queda de aquel sueño,
versos fundamentales de la época
gritando en las paredes del ahora:
la chispa de la vida,
just do it,
ahorra o nunca,
impossible is nothing,
¿te gusta conducir?
Hay cosas que el dinero no puede comprar.


Resultado de imagen de el sueño de maiakovski


miércoles, 14 de noviembre de 2018

¿Qué es literatura y qué es publicidad?

La literatura y la publicidad pueden parecernos dos dominios con grandes similitudes, pero lo cierto es que también muestran importantes diferencias. Ambas han ido evolucionando a lo largo del tiempo, acercándose más en algunos puntos y divergiendo aun más en otros. A la hora de tratar de comparar ambas áreas, debemos tener en cuenta determinados aspectos: autor, lenguaje, público y creatividad.
Lo que es innegable, es el papel que desempeña el autor en ambos campos. En lo que a la literatura se refiere, el actor goza de una notable importancia. Cada obra es fruto de sus circunstancias, gracias a las cuales busca reconocimiento. Podría decirse que desempeña un papel crucial, ya que al reconocerle distinguimos una serie de características e ideas inherentes a sus escritos. De igual forma, el trabajo del autor en el ámbito publicitario es vital, sin embargo, suele ocupar un segundo plano. Su papel es esencial en el proceso de venta, pero quien firma dicha campaña publicitaria y, por tanto, lo que permanece en la mente de los receptores es la marca para la que trabaja, no su nombre. Las razones son diversas, pero entre ellas destacamos que, a diferencia de la literatura, esto no es necesario para captar el estilo del anuncio.
Introduciéndonos en el marco de la creatividad, aquí también podemos notar ciertas divergencias. Los publicistas suelen trabajar siempre por encargo, por lo que su trabajo no es meramente creativo al tener que ceñirse a unas determinadas pautas.
Una de las mayores diferencias versa sobre el público, ya que aquel hacia el que estan dirigidas las obras literarias suele ser un público fiel y devoto, mientras que el público de las campañas publicitarias ha de ser captado.
El lenguaje usado en ambas, además de variado, es muy diferente. En la literatura existe un predominio de la función expresiva. Por su parte, la publicidad hace uso de las funciones referencial y apelativa. Estas dos funciones no trabajan por separado, sino que se combinan. ¿Por qué? Debido a las necesidades que entraña la venta de un producto: por un lado se hace necesario el informar al potencial consumidor, pero también es necesario incitarle a la compra del artículo que se publicita. Todo esto nos lleva a discernir entre una publicidad directa y otra más sutil. En relación a esto, podemos afirmar que la publicidad se lleva a cabo cada vez de una manera mas suave, conforme el tiempo avanza somos inducidos a la compra de una forma mas subrepticia.
La publicidad, tal y como hoy en día la conocemos surge a raíz de la Revolución Industrial que propicia la sociedad de consumo. Data del siglo XIX, aunque alcanza su mayor desarrollo en el XX. Si bien es cierto que anteriormente también existía una cierta publicidad, esta era de índole ideológico, tanto político como religioso. Se denominaba "propaganda", haciendo referencia al acto de propagar la fe. 
Esto puede llevarnos de nuevo a compararla con la literatura, ya que el arte estuvo durante decenios ligado a la religión, como mecanismo publicitario. 
Podemos concluir de esta manera, que la literatura y la publicidad pueden no seguir el mismo camino, pero van siempre de la mano.

Resultado de imagen de literatura y publicidad